Preocuparse por dinero es una de las actitudes más comunes. Algunas
veces esa intranquilidad rebasa los límites de lo tolerable para transformarse
en estrés financiero, que puede llegar a manifestarse en insomnio, pensamientos
obsesivos, tics o ataques de ansiedad por lo que a veces se convierte en un
verdadero problema de salud.
Desde inicios de 2017 el estrés ya se reconoce incluso en la Ley Federal
del Trabajo, como un factor que merma la productividad y el bienestar general
de las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define así la salud mental:
“Es el estado de bienestar en el cual el
individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las
tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera
y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”
En pocas palabras, es lo totalmente opuesto a lo que vive una persona
cuando afronta estrés constante. La misma OMS reconoce que la salud mental
individual se determina por múltiples factores sociales, psicológicos y biológicos
y que las presiones socioeconómicas persistentes constituyen un riesgo bien
conocido para la salud mental de las personas y las comunidades.
De ahí que los seguros guarden un papel de triple importancia para quienes los contratan.
1. Resguardan Vida y Salud
La finalidad de quienes adquieren estas coberturas es que haya un capital que les apoye en momentos difíciles e inesperados. Por ejemplo, un jefe de familia decide dejar protegidos a sus allegados en el caso en el que él llegue a faltar. O bien, una persona quiere tener respaldo si por alguna razón debe someterse a un tratamiento médico. Contar con estos seguros no solamente brinda la tranquilidad de una suma asegurada: también implica la orientación de Asesores especializados y una red de servicios que apoyan a la familia y al contratante.
2. Construyen Patrimonio
Productos como los de Vida y de Retiro ofrecen, además de cobertura y protección, espacios de inversión para aumentar el capital de sus contratantes.
3. Benefician a la Sociedad
A medida que los individuos están protegidos, forman capital y se hacen
cargo de sus niveles de riesgo, hechos que, por una parte, conforman grandes
grupos de gente con finanzas saludables que pondrán a circular su dinero. Por
otra parte, desahoga presión sobre el gasto público que debe brindar hospitales
y pensiones a toda la población.
Todos estos elementos dan tranquilidad a los contratantes de los seguros: hay un respaldo para sí y para sus seres más allegados. Ese bienestar se asimilará en su economía y en su salud mental, además de reflejarse en su vida productiva.
Son pilares de las finanzas personales saludables: Justo lo que le recomendará su médico, además de hacer ejercicio y comer saludable, pero la realidad es que pocos los aprovechan.